Construido en 1940 con un estilo Art Déco, este edificio es un destacado ejemplo de la arquitectura pública de la época, combinando una estructura interior robusta y un exterior elegante. Su estructura de fierro, grandes intersecciones, y vitrales que crean un juego de luces y sombras, destacan su diseño.
La restauración, abarcando 2847 m², se renovó tanto el interior como el exterior. Se respetaron las instalaciones de bombas de agua y equipos originales, incorporando nuevos elementos arquitectónicos. En el primer nivel, se añadieron cuatro cuerpos de cristal, un elevador y escaleras de caracol, fusionando la estructura original con la nueva y creando una sensación de flotación sobre las bombas de agua.

El acceso al edificio es a través de una escalinata y rampa que llevan al vestíbulo principal, donde se encuentran recepción, oficinas, cuarto de monitoreo, archivo y baños. Un pasillo central conecta el área norte, con el video wall, site, cuarto de crisis y laboratorio de innovación tecnológica, y el área sur, con el pabellón de residencia hídrica. Este pabellón, un "museo virtual", destaca la importancia del agua y su gestión, mostrando la oferta de agua potable, parámetros de operación y descargas al drenaje. El edificio funcionará como oficina, lugar de trabajo y museo, permitiendo al público observar y comprender la gestión del agua y sus desafíos.